“Toda ciencia está determinada por el cierre categorial” (Gustavo Bueno)
“La verdad científica es una verdad construida” (Gustavo Bueno)
La Teoría del Cierre Categorial, de Gustavo Bueno
Gustavo Bueno, filósofo español, marxista heterodoxo, pensador original, polémico y controvertido, su pensamiento filosófico se denomina “materialismo filosófico”:
La filosofía es un proceso histórico que comienza con Platón. Las ideas presocráticas no eran propiamente filosofía. Bueno se declara filósofo platonista, especialmente en el sentido de la filosofía de la Academia.
La filosofía no es una ciencia ni una sabiduría, ni es la madre de las ciencias, ni está en un plano superior, ni es un saber de los primeros principios. La filosofía es el análisis de las ideas de las ciencias positivas (física, química, biología, etc.) y sus posibles interrelaciones. Sin las ciencias positivas no habría filosofía. La filosofía se alimenta de las ciencias positivas, que es donde realmente brotan las nuevas ideas. Las ciencias positivas constituyen los “saberes de primer grado” y la filosofía es un “saber de segundo grado”.
El materialismo es equivalente a la conciencia filosófica. Excluye toda posibilidad de vida espiritual sin referencia a la vida orgánica. Pero el materialismo no es solo físico o corpóreo, pues incluye la realidad de entes materiales incorpóreos. Tampoco es el materialismo dialéctico histórico. Su ontología es materialista, pero generalizada. En efecto, según el materialismo filosófico, hay una sola materia (M) y 3 tipos o géneros de materialidad:
M1: La externa, es decir, las entidades corpóreas o físico-empíricas o mecánicas, incluyendo el espacio físico. Por ejemplo, la distancia entre dos botellas de agua situadas encima de una mesa es tan real como las botellas físicas. La distancia es materia incorpórea.
M2: La interna, que es el mundo mental, incluyendo lo supraindividual. Por ejemplo, la racionalidad.
M3. Los objetos abstractos (con sus propiedades y su formalización), como el espacio geométrico, las rectas paralelas, los sólidos platónicos, los números primos, los teoremas matemáticos, etc.
El materialismo filosófico se opone a las dicotomías realismo-idealismo y sujeto-objeto. También se denomina “hiperrealismo”. Recuerda a la teoría de los tres mundos de Popper.
La teoría del cierre categorial −también denominada “circularismo categorial”− es la teoría de la ciencia del materialismo filosófico, la gnoseología de Gustavo Bueno. Usa el término “gnoseología” para referirse a la teoría de la ciencia, reservando el término “epistemología” para la teoría del conocimiento. Bueno ha publicado 5 tomos sobre la teoría del cierre categorial (hay 15 previstos), cuyas ideas principales son:
Las ciencias positivas están cerradas en sus categorías respectivas. Cada ciencia determina una categoría de la realidad, irreductible a las demás categorías. Estas ciencias son independientes entre sí, sin perjuicio de sus eventuales interrelaciones entre ellas.
Las verdades científicas se alcanzan mediante procesos de construcción cerrada, al establecerse relaciones operativas entre sus términos materiales que dan lugar a otros términos de la misma categoría. Por ejemplo, con los números naturales tenemos la operación de sumar dos números naturales, que produce otro número natural. Se dice que la suma es una operación cerrada respecto al conjunto de los números naturales. Otro ejemplo son dos sustancias químicas que se combinan para producir otra sustancia química.
Estas operaciones establecen los límites de cada unidad categorial, ciencia y campo gnoseológico. Las categorías no son anteriores al proceso operatorio interno, sino que resultan del proceso operatorio. Hay múltiples ciencias y cada una de estas ciencias están definidas por el cierre categorial. El cierre define un campo inmanente donde están definidas las operaciones.
Por lo tanto, la verdad científica es una verdad construida, práctica, más que una verdad teórica, proposicional o de representación. Se trata de una “verdad material”, entendida como una relación objetiva de identidad sintética entre contenidos materiales.
La ciencia no es conocimiento ni epistemología sino gnoselogía. Las ciencias no son especulativas y no existen principios ni condiciones previas.
Un teorema se construye (no se deduce) a partir de un conjunto de figuras o términos más elementales (las identidades analíticas) que se sintetizan para formar una pieza autónoma. Un teorema es una “célula gnoseológica”, una “identidad sintética”, una verdad científica. Ejemplos:
El teorema de Pitágoras. Su verdad consiste en la propia identidad entre la suma de los cuadrados de los catetos y el cuadrado de la hipotenusa.
7+5 = 12 es otra identidad sintética. El símbolo “=” es un predicado relacional.
Las identidades sintéticas son los auténticos “principios de cierre” de toda disciplina científica. Una disciplina es un conjunto de teoremas o identidades sintéticas.
La gnoseología se divide en analítica y sintética. Ambas están conectadas. No existen identidades analíticas independientemente de las identidades sintéticas.
Se debe de partir de la multiplicidad empírica, que son esquemas de identidad dados, como punto, recta, circunferencia, rotación de 360º, inercia, conservación de la cantidad de movimiento, etc. La identidad aparece y tiene sentido en la pluralidad. La propia identidad es también múltiple.
Una “sinexión” es un proceso de producción de una identidad sintética. Este concepto es el fundamento de una nueva concepción de la lógica, que no es deductiva ni demostrativa. Entre los esquemas de identidad existen “nexos sinécticos” que son de naturaleza ontológica, no lógica. La sinexión es un tipo de unidad necesaria que vincula identidades distintas, pero que ella misma es irreductible a la identidad. Ejemplos intuitivos de sinexión son: los dos polos de un imán, el anverso y reverso de un objeto, los teoremas duales de la geometría proyectiva, el principio físico de acción y reacción, cada uno de los puntos de una circunferencia (que tiene su opuesto en el otro extremo del diámetro), etc.
Sinexión e identidad son opuestos, aunque necesariamente vinculados. La sinexión es el proceso de unión (o las conexiones), siendo el resultado la identidad sintética.
Las ciencias no son el conocimiento de una realidad exterior a ellas ni representaciones mentales o simbólicas de la realidad. Las ciencias son una reconstrucción de la realidad misma, que culmina cuando se logra una identidad sintética, que es la verdad científica.
La verdad no es algo que se predica de las ciencias en general, sino de cada uno de sus teoremas. Una ciencia no se puede considerar como un conjunto de verdades, puesto que muchos de sus contenidos no son ni verdaderos ni falsos, sino simplemente “intercalares”.
Toda ciencia es material. No hay distinción entre ciencias formales y ciencias empíricas. Solo el análisis gnoseológico puede ofrecer criterios fundamentales para la división de las ciencias.
Hay que sustituir la expresión “objeto de una ciencia” por la expresión “campo de una ciencia”. Por ejemplo, la biología no tiene por objeto la vida, sino el campo formado por ácidos nucleicos, mitocondrias, células, etc.
El término “symploké” (red de elementos entrelazados o entretejidos) fue utilizado por Platón en varias ocasiones para caracterizar relaciones lingüísticas, como el tipo de conexión existente entre las letras de una palabra y la combinación de palabras o de sílabas que forman el discurso, el “Logos”. La symploké platónica implica el principio de discontinuidad, según el cual “nada está aislada de todo, pero no todo está conectado con todo; pues de lo contrario nada podría ser conocido”.
Bueno utiliza este mismo término para hacer referencia a la composición, entrelazamiento y relaciones de diversos elementos para formar un sistema que exhibe un orden. Y también como soporte de su filosofía pluralista (pluralismo ontológico), para hacer referencia a al carácter múltiple y discontinuo de los objetos del mundo, objetos que existen siempre “enclasados”, es decir, agrupados en clases.
Los elementos del sistema están en una relación a la vez de oposición y conecesitación. Una trama es fundamentalmente una trama de realidades materiales, a la que corresponde una trama conceptual. Symploké es, para Bueno, el fundamento mismo de la racionalidad filosófica, una racionalidad basada en las ideas y que es diferente de la racionalidad científica.
MENTAL y el Cierre Categorial
El cierre categorial se refiere a que existen elementos y operaciones interrelacionadas entre sí que definen o conforman un dominio. Hay múltiples ciencias, cada una definida por un cierre categorial. Por lo tanto, la teoría del cierre categorial se opone a la ciencia única, en singular.
Sin embargo, las primitivas de MENTAL son universales, afectan a todos los dominios. Y sus manifestaciones (expresiones) y su combinatoria a nivel operativo y descriptivo producen expresiones, todas ellas dentro del universo general de las expresiones, simbolizado por Ω. Por lo tanto:
Si toda ciencia está determinada por el cierre categorial, entonces en MENTAL hay un cierre categorial global, universal (), compuesta por todas las posibles expresiones, lo cual conduce a la ciencia universal.
Las expresiones de MENTAL son el resultado de un proceso sintético realizado a partir de elementos simples, que son manifestaciones o instancias de las primitivas abstractas.
En MENTAL no hay materialismo filosófico, sino “abstraccionismo filosófico”, que es común al mundo físico y mental. Y la racionalidad filosófica y la científica son una misma cosa, pues están basados en ambos casos en la abstracción.
Para Bueno hay una sola “materia” y 3 géneros de materialidad. En MENTAL también hay una sola “materia”, pero es de tipo abstracto; solo existe la abstracción pero configurada o estructurada en 12 dimensiones. La realidad profunda (externa e interna) es abstracta, por lo que se supera la dualidad sujeto-objeto. Espacio y tiempo son también abstractos. Ontología y epistemología son la misma cosa. La hipótesis de la abstracción universal es la más simple, por lo que debe estar más próxima a la verdad, a la verdadera realidad.
El abstraccionismo filosófico no se opone a las dicotomías realismo-idealismo y sujeto-objeto, sino que las armoniza.
El cierre categorial universal implica también un cierre ontológico y epistemológico también universal, pues las primitivas o arquetipos de la conciencia, que representan las limitaciones ontológicas y epistemológicas. Estos cierres delimitan los mundos posibles. Además, epistemología y gnoseología son la misma cosa.
El symploké platónico recupera en MENTAL su sentido original lingüístico y se corresponde a un entorno de expresiones interrelacionadas, entorno que tiene un cierto sentido como globalidad. Sin embargo, al contrario de la argumentación platónica, “todo está relacionado con todo”, pero a nivel profundo, pues todo se fundamenta en los mismos arquetipos abstractos. El lenguaje lo relaciona todo.
La dialéctica de Bueno es ascendente, es decir, va de lo particular a lo general, de las identidades analíticas a las sintéticas. En MENTAL, la dialéctica es descendente: desde los principios generales a las expresiones particulares.
En MENTAL, la filosofía no está asociada a las ciencias positivas. La filosofía aparece en los principios, en las primitivas, las cuales se identifican como categorías filosóficas que permiten relacionar todas las cosas.
Bibliografía
Bueno, Gustavo. Idea de ciencia desde la teoría del cierre categorial. Universidad Internacional Menéndez Pelayo, 1976. Disponible en Internet.
Bueno, Gustavo. ¿Qué es la ciencia? La respuesta de la teoría del cierre categorial. Pentalfa Ediciones, 1996. Disponible en Internet.
Bueno, Gustavo. Teoría del cierre categorial. Pentalfa Ediciones, 1992. Disponible en Internet.
Bueno, Gustavo. Teoría del cierre categorial. T. 1: Introducción general. Pentalfa Ediciones, 1992.
Bueno, Gustavo. Teoría del cierre categorial. T. 2: Gnoseología como filosofía de la ciencia. Pentalfa Ediciones, 1993.
Bueno, Gustavo. Teoría del cierre categorial. T. 3: Sistema de doctrinas gnoseológicas. Pentalfa Ediciones, 1993.
Bueno, Gustavo. Teoría del cierre categorial. T. 4: Sistema de doctrinas gnoseológicas. Pentalfa Ediciones, 1993.
Bueno, Gustavo. Teoría del cierre categorial. T. 5: Sistema de doctrinas gnoseológicas. Pentalfa Ediciones, 1994.
Bueno, Gustavo. Ignoramus, Ignorabimus!. Revista El Basilisco, 2ª época, nº. 4, pp. 69-98, 1990.